miércoles, 30 de junio de 2010

Ligera presión en el pecho.

Alguien alguna vez me dijo que no había que rendirse hasta el último momento y hasta ahora nunca he tirado la toalla por falta de ganas, ánimo o cualquier sentimiento que pueda asemejarse a estos.

Aunque como a todo humano siempre llegan dudas, pensamientos que vienen y van… Son como pequeños baches de un camino cuesta arriba.

Pero para una cabezota, ilusa y algo tonta todo lo malo pierde sentido, es decir, es como una línea recta que no es perfecta, puedo intentar perfeccionarla pero tampoco está tan mal así, de esa manera. Sin hablar del destino, cuyo parece estar siempre pegado a mí, en esos momentos es cuando vuelve la idea de que todo esto me llevará a algún lugar de este mundo…

Es entonces cuando me acuerdo de pequeños momentos que me hacen sonreír, es ahí cuando sé y siento que realmente esto será algo grande. Sencillamente porque alguien alguna vez hizo que esta ligera presión en el pecho desapareciera por completo.

lunes, 28 de junio de 2010

Simple

Una sonrisa de ironía era lo que se reflejaba en mi cara.

- Já ¿Envidiarte, yo?
- No pensé que te costaría tanto ver todo lo que yo tengo y compararlo aunque... Tampoco me extraña viniendo de ti.

Eras tan repulsivo, arrogante, me daban unas ganas tremendas de gritar todo lo ignorante que eras ante la vida, sabiendo que no me escucharías si quiera sacando de mi voz los tonos más altos que jamás mostrase.

- Mira a tu alrededor, palabras, sólo hay palabras.
- En el tuyo también - Decías convencido.
- Así es, pero la cuestión, querido, es si en las tuyas está la mínima gota de un sentimiento seguro de si mismo.

Al fin y al cabo que importa lo que digas... Personajillos de arena pasan constantemente por mi vida.

jueves, 17 de junio de 2010

Desvelada

-¿Entonces?¿Qué haremos ahora?¿Y si todos tienen razón? Es posible que las cosas no vayan bien a partir de esto.

Tenías tanta rabia e impotencia... Suspiré.

-Te equivocas, me iré por un tiempo y tú sé que te enfadaras, podrás incluso encabritarte como un caballo salvaje, decir palabrotas, maldecir al destino, pero a la hora de la verdad, tendrás que resignarte...

Entonces fue cuando tus ojos se llenaron de lagrimas... Y concluí la conversación:

-Por eso mismo, volveré a por ti.

martes, 8 de junio de 2010

Mis cosas en mates.

Sentía como si pudiera volar tal vez, mientras acariciaba tu brazo sobre el pasto en el que estábamos… Sentía cierto aire suave, cómodo que a la vez nos refrescaba… Sentía, también, como nos hundían estos sentimientos, haciendo absolutamente nada y diciéndolo completamente todo…
Sí, sería eso… Te sentía a ti.