lunes, 17 de mayo de 2010

Cuento para dormir

En una pequeña casita en el bosque había una niña que vivía con su abuela la niña, era la más guapa que había por allí más guapa que las pequeñas ardillas con las que jugaba más guapa que las pequeñas ranas con las que cantaba mas guapa que los conejitos con los que corría más guapa que los ciervos que la aupaban en su lomo tenía una larga melena del color del sol y unos ojos verdes tan brillantes como dos esmeraldas.

Sara estaba con su abuela en su casita, haciendo la comida su Abuela le dijo: Sara, puedo ocuparme de esto yo sola, ¿Porqué no vas a jugar con tus amiguitos?

-Sí abuela! ^^ - dijo ella muy feliz. Le dio un beso a su abuela y salió corriendo por la puerta

-¡Hola, señora Ardilla! ¡Qué guapa está usted hoy! - le dijo a la Señora Ardilla, que la miraba desde su árbol

-Hola pequeña Sara, tu también estás muy guapa- le contestó la Sra. Ardilla desde su árbol
-¿Viene a jugar, Sra. Ardilla?
-Claro, pequeña Sara ¡Vamos a jugar!

Muy felices, la Sra. Ardilla y Sara entraron al bosque

-Hola Sra. Ardilla, hola Sara, ¿qué hacéis por aquí tan temprano? dijo una voz a su espalda. Era el Sr Castor.

-Hola Sr Castor, venimos a jugar. ¿Quiere venir con nosotros? -. Dijeron al unísono

-Oh, pues claro que sí, ¡vamos a jugar todos juntos!

Y los tres juntos cogidos de la mano siguieron caminando hacia el interior del bosque.

-Hola pequeña Sara, hola Sra. Ardilla, hola Sr. Castor, que hacéis por aquí- dijo una voz sobre ellos. Era la Sra. Golondrina.

-Hola Sr. Golondrina. Venimos a jugar, ¿quiere venir y cantar con nosotros? -dijeron los tres al unísono

-¡Claro que sí! ¡Juguemos todos juntos! - canturreó la Sr. Golondrina

Y Sara, la Sra. Ardilla y el Sr Castor cogidos de la mano siguieron hacia el interior del bosque, con la Sra. Golondrina cantando sobre sus cabezas.
Después de mucho andar, saltar y reír, llegaron a un riachuelo que dividía el bosque en dos todos juntos saltaron al río y se remojaron, se salpicaron, rieron y se divirtieron mucho incluso la Sr. Golondrina, que no solía posarse en nada q no fuera un árbol

-Bueenasss tardeesssss amigosssssss- dijo una voz que no conocían a su espalda. Era la Sra. Serpiente

El Sr. Castor y la Sr. Ardilla salieron corriendo hacia el bosque, y la Sra. Golondrina voló rápidamente hacia arriba

-¡Oh! ¿Qué os pasa amigos?? - se preguntó extrañada la pequeña Sara

-Vaaaya.... otra vesss... siempre que me encuentro con alguien.... se asssussta por que pienssaa q le voy a comeer - se quejó la Sra. Serpiente con cara de tristeza-. Me siento tan ssolaa....

A la pequeña Sara le dio mucha pena la Sra. Serpiente

-¡No vayas con ella, Sara! es mala! ¡Es muy mala! - le advirtió la golondrina

-¿Porqué, Sra Golondrina? Si parece muy maja. ¡Hasta tiene el mismo color de mis ojos! ¡Anda, no sea mala y no diga mentiras, Sra. Golondrina!- le dijo Sara, salpicando a la Sra. Golondrina. Ella, que era muy orgullosa. Salió corriendo al bosque

-Entoncesss vendrás conmigo, peqeña Ssara??

-¡Claro que sí, Sra. Serpiente! ¿A dónde vamos?

-¿Qué te parece ssii vamos al otro lado del rio? - le dijo la Sra. Serpiente

-Oh... pero Sra. Serpiente, mi abuelita dice q no vaya allí, q es muy peligroso - le respondió la pequeña Sara

-Vamosss pequeña Sara... vienessss conmigo... yo he estado muchasss veces allí y es muy divertido,, no hay nada que temer...¡¡Vamoosss!!

Y comenzó a reptar hacia el otro lado del río. Sara, que estaba segura de que un animal tan bonito no podía ser malo, la siguió.

Mientras tanto... en el lado del bosque de la casa de la pequeña Sara, el Sr Castor, la Sra. Ardilla y la Sra. Golondrina, esta última muy indignada, llamaron a la casa de la Abuela

-¡Abuelita abuelita! - gritaron a la vez - La pequeña Sara está al otro lado del bosque con la Sra. Serpiente!

-¿¡Con la Sra. Serpiente!?- gritó su abuela muy afligida- Pero la Sra. Serpiente es muy malaaa! Ayy mi nieeta - y comenzó a llorar desconsoladamente

- Y además ha sido una grosera! Yo digo q la dejemos allí - añadió la Sra. Golondrina muy enfadada

-Calle, Sra. Golondrina! - dijo la Sra. Ardilla- Abuelita, no llores, iremos a llamar al Sr Ciervo, al Sr Jabalí y al Sr Oso, ya verás cómo no pasará nada!

Y la Sra. Golondrina, el Sr Castor y la Sra Ardilla corrieron a buscar al Sr. Ciervo, al Sr Jabalí y al Sr Oso.

Mientras tanto... al otro lado del bosque: La pequeña Sara seguía a la Sra. Serpiente, que se movía sin dificultad arrastrándose por el suelo. Sin embargo la pequeña Sara no tenia esa suerte, y las ramas eran cada vez más bajas, por lo que se hacía daño en la cara.

-Sra. Serpiente, casi no puedo ver, ¿no hay otro camino?

-Ssshhhhh, tranquila pequeña Sara, ya llegamos

-A donde vamos, Sra. Serpiente??

-Yaa lo verásss, pequeña Ssara...

Y siguieron andando y andando, hasta que la peqeña Sara casi no podía ver nada. Finalmente, llegaron a un claro sin árboles,delante de ellas, había una enooorme montaña, y una cueva muuuuy muy oscura!

-Qué es esto, Sra. Serpiente??

-Esssta es mi casssa, pequeña Ssara... aquí es donde viviráss conmigo...

-¿Qué? Pero yo no quiero vivir aquí con usted Sra. Serpiente, ¡tengo que ayudar a mi abuela a hacer la comida!

-Shhhh peqeña Ssara.... Te quedarás aquí y m traerás las frutas de los árboles altosssss....

-No! No lo haré Sra. Serpiente! La Sra. Golondrina tenía razón! Es usted mala! Me voy a mi casa!

Y se dio la vuelta para volver a casa. Pero entonces la Sra Serpiente, muy rápida, se enredó en sus tobillos y la tiró al suelo

-Suélteme, Sra Serpiente!- gritó Sara desesperada!

-Nooo... ¡¡No t irásss nunca!!

Sara comenzó a llorar, pensando en que nunca más vería a sus amiguitos del bosque ni a su abuelita.
Justo entonces, el Sr Ciervo, el Sr Jabalí y el Sr Oso, aparecieron de entre la maleza, con la Sra. Golondrina, el Sr Castor y la Sra Ardilla, encima:

-¡¡Sueltela, Sra Serpiente!!- gritaron todos a la vez

La Sr Serpiente, al ver las terribles garras del Sr Oso, los largos cuernos del Sr Ciervo y los afilados colmillos del Sr Jabalí, soltó a la pequeña Sara y salió corriendo

-Gracias amigos!! Me habéis salvado!- gritó Sara todavía llorando. Corrió hacia sus amigos y los abrazó a todos

Todos juntos volvieron al bosque de la abuelita, esta vez sin problemas por que el Sr Oso había abierto un camino en la maleza

la Abuelita preparó una comida para ella, Sara, y todos sus amigos: la Sra Ardilla, el Sr Castor, la Sra Golondrina, el Sr Ciervo, el Sr Jabalí y el Sr Oso, por ser tan buenos y ayudar a su nietecita. Todos comieron, bebieron y rieron mucho mucho mucho. Entonces, alguien toco a la puerta:

-¿Quién es? preguntó Sara

-Sssoy yo..... la Sssra SSerpiente.... dejame passarr porrr favorr.... tengo muuucha hambre..

La pequeña Sara miro a su abuela, que dio el visto bueno, y abrió la puerta a la Sra Serpiente, que prometió no volver a ser mala nunca más si le ayudaban a conseguir comida de los árboles más altos y todos d nuevo comieron, bebieron, rieron, cantaron y disfrutaron, y todos fueron amigos. Y así, la paz reinó para siempre en el pequeño bosquecito donde vivía la pequeña Sara con su Abuelita y todos sus amigos

Y colorín colorado, el cuento de la pequeña Sara ha terminado

4 comentarios:

  1. Es muy bonito ^^. ¿Quién será el super genio capaz d haberte escrito eso a las 4 de la mñn, eh? ;)
    (LL)

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  2. ¿Quién será la gran artista que dibuja tales paisajes en hora libre? jam!<3

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  3. Oooooooy, me encanta, oye, tienes mucho talento, chica :]

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  4. Gracias *_* aunque este cuento no es mio xDD

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